Desmayos
Los desmayos son relativamente frecuentes en los adolescentes. La buena noticia es que la mayoría de las veces no son un signo de nada grave.
Cuando alguien se desmaya, se suele deber a cambios en el sistema nervioso y circulatorio que provocan un descenso temporal de la cantidad de sangre que llega al cerebro. Cuando no llega suficiente sangre al cerebro, la persona pierde el conocimiento y se desploma. Si se la acuesta en una superficie horizontal, su cabeza estará al mismo nivel que el corazón, lo que ayudará a restablecer el riego sanguíneo cerebral. Las personas que sufren desmayos se suele recuperar al cabo de uno o dos minutos.

¿Quién tiene riesgo de desmayarse?
Las personas que tienen determinadas afecciones médicas tienen más probabilidades de desmayarse. Estas afecciones incluyen:
- Problemas cardíacos, como latidos cardíacos irregulares u obstrucciones en el corazón o cerca de este que impiden que la sangre vaya al cerebro.
- Diabetes.
- Ansiedad o trastornos de pánico.
- Deshidratación.
- Nivel bajo de azúcar en la sangre.
Causas del desmayo o lipotimia
- Hay personas a las que las emociones fuertes como la ansiedad, el temor o incluso la alegría suponen una sobreexcitación que pueden llevar a una lipotimia.
- Los sitios cerrados con poca ventilación muchas veces producen sensación de agobio, y provocan ataques de ansiedad y síncopes.
- Ayuno mantenido en el tiempo.
- El dolor, pues afecta de manera muy diferente a cada persona, puede hacer que el cerebro desconecte y conlleve que la persona sufra un desmayo.
- Calor extremo que provoque una bajada repentina de la tensión.
- Normalmente también depende de la persona, pues lo que a alguien no le afecta a otro puede generarle ansiedad que le provoque un episodio de lipotimia.
- Los desmayos también están asociados a las fobias, que provocan temores que pueden llegar también al desmayo.
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